2. Análisis y descripción del contexto para realizar un diagnóstico.
A continuación se presentarán los tres indicadores claves en nuestro programa, se explicarán de manera desarrollada las debilidades, amenazas, fortalezas y oportunidades de cada uno de ellos.
1. Programas de capacitación y reinserción laboral:
Los programas de capacitación y reinserción laboral son una pieza clave en la rehabilitación de ex reclusos.
Las debilidades, como el acceso limitado a programas de calidad y la calidad variable de los mismos, subrayan la necesidad de mejorar la oferta de formación. Las amenazas, como la falta de recursos y la falta de participación de los exreclusos, plantean desafíos adicionales.
Sin embargo, las fortalezas, como las oportunidades de adquirir nuevas habilidades y las conexiones con empleadores dispuestos a contratar exreclusos, son fundamentales. Las oportunidades, como el financiamiento gubernamental para programas de capacitación y la colaboración con empresas, abren la puerta a la transformación y la reinserción exitosa.

2. Discriminación en la contratación:
La discriminación en la contratación es un obstáculo significativo para los exreclusos que buscan una segunda oportunidad.
Las debilidades, como el estigma social y la falta de leyes sólidas contra la discriminación, subrayan la injusticia que enfrentan. Las amenazas, como las dificultades para acceder a oportunidades justas y la posibilidad de eludir la discriminación, señalan la necesidad de abordar este problema.
Las fortalezas, como la creciente conciencia y la posibilidad de denunciar casos de discriminación, son herramientas cruciales para la igualdad. Las oportunidades, como la implementación de políticas antidiscriminatorias y la sensibilización de los empleadores, nos acercan a un mundo laboral más inclusivo.

3. Colaboración entre instituciones y empleadores:
La colaboración entre instituciones y empleadores desempeña un papel esencial en la reintegración de ex reclusos.
Las debilidades, como la falta de confianza entre las partes y la escasez de recursos, destacan los desafíos que deben superarse. Las amenazas, como el desinterés de algunos empleadores y los desafíos logísticos en la coordinación, exigen una planificación efectiva.
Las fortalezas, como el interés mutuo en mejorar la inserción laboral y los beneficios para las empresas, ofrecen un terreno fértil para el cambio. Las oportunidades, como los incentivos para empleadores y la promoción de la responsabilidad social empresarial, allanan el camino hacia una colaboración fructífera en beneficio de todos los involucrados.
